Dos vidas, una odisea
Hay sueños que parecen locos. Luego están los que un día toman forma y se hacen realidad.
Para Romain y Alexandre, el deseo de explorar el mundo en bicicleta nació de una combinación de curiosidad y vitalidad. Lo que empezó como una idea un poco loca se ha convertido en una odisea de tres años, inmersa en carreteras, paisajes y encuentros.
Su proyecto, llamado Imaginer's World , no es solo una aventura deportiva. Es una búsqueda de sentido: sentir, observar, ser testigo . Una forma de dar voz a lo vivo, de compartir su belleza... y su fragilidad.
Cuando el sueño se convierte en un compromiso
La aventura podría haber quedado en una simple historia de superación personal. Pero muy pronto, los kilómetros recorridos dieron paso a una convicción más profunda: este viaje tenía un propósito.
Hoy, y durante el descubrimiento de América, la dirección es clara: contar y proteger los “ Últimos Refugios ”, esos santuarios naturales que son los parques nacionales de América.
“Nuestro enfoque actual es Los Últimos Refugios: una expedición a través de los parques nacionales de las Américas para contar el esplendor de estos santuarios y recordarnos la urgencia de protegerlos”.
Caminos, desvíos y encuentros
En poco más de un año, ya han viajado de Francia a Vietnam, cruzado los Alpes, pedaleado por Turquía y escalado el monte Fuji en Japón. Un camino trazado a base de pedaleo, salpicado de desvíos inesperados.
Como este accidente en Tailandia, que los dejó atrapados durante un mes. Una dura prueba… pero que les ofreció otra perspectiva: la del Parque Khao Yai, donde el canto de los gibones resuenan como un himno a la naturaleza salvaje.
Y a veces, el camino ofrece esos momentos de suspensión que valen la pena. Como esta aparición en la carretera Cassiar, en Canadá: una osa grizzly, rodeada de sus cachorros, jugando en sus patas.
“Un momento de rara intensidad, donde la belleza pura se afirma y te recuerda por qué estás ahí”.

La vida cotidiana de lo extraordinario
Sus días se repiten, nunca son iguales. Arriba, abajo, adelante, deteniéndose. Los paisajes marcan el ritmo, los encuentros marcan la pauta. Y aunque el destino importa, a menudo es el viaje lo que más cuenta.
¿Su secreto? Una rutina sencilla pero vital: comer bien, escuchar a tu cuerpo y mantenerte en forma.
Un parque al que llegar, un animal que observar, un encuentro que provocar. Tantos horizontes que los impulsan a seguir adelante.
Líder, una elegancia compartida
En sus alforjas, un maillot de Chef de File. No es solo una prenda técnica: un símbolo de elegancia, una forma de vivir en la carretera.
"Para nosotros, Chef de File representa la elegancia y el espíritu ciclista. Sus creaciones encarnan un estilo, una forma de ver el ciclismo como un arte de vivir. Llevar sus maillots es reafirmar una identidad: la de una aventura exigente, hermosa hasta el último detalle."
A través de ellos compartimos esta convicción: la aventura se vive a través del esfuerzo, pero también a través de la elegancia, hasta el más mínimo detalle.
